El domingo, 6 de febrero, Manos Unidas presentó su Campaña 2022. Estuvo centrada en la denuncia de las enormes desigualdades que afectan a la población mundial y que alimentan el hambre y la pobreza en el mundo.

Esta Campaña, que alcanza ya su edición número 63, se desarrolla bajo el lema “Nuestra indiferencia los condena al olvido” y cuenta con dos citas destacadas:

  • El viernes 11, se celebra el día del Ayuno Voluntario como gesto de apoyo a los 811 millones de personas que sufren cada día hambre en el mundo.
  • Y el domingo 13 de febrero, la Jornada Nacional de Manos Unidas en todas las parroquias de España, con una colecta anual especial.

«Permitir que una sola persona muera de hambre, es permitir que la desigualdad, la indiferencia, el olvido y el abandono ganen una partida que nunca debería llegar a estar sobre el tablero y supone un auténtico fracaso para la humanidad».  Así comenzó la presentación de la campaña la presidenta de Manos Unidas, Clara Pardo.

La tarea que se plantea Manos Unidas para la Campaña de 2022, es evitar que el muro de la indiferencia y la desigualdad condenen al olvido a más de mil millones de personas empobrecidas y hambrientas, ante las que nunca debemos volver la espalda.

No podemos permanecer impasibles ante la desigualdad que condena al olvido y a la marginación a mujeres, niños, ancianos, personas con discapacidad, minorías étnicas… que representan a los “desheredados” de la Tierra.

Un estilo de vida individualista es cómplice en la generación de pobreza y, a menudo, descarga sobre los pobres la responsabilidad de su condición. Pero la pobreza no es fruto del destino sino consecuencia del egoísmo. Es decisivo dar vida a procesos de desarrollo en los que se valoren las capacidades de todos, para que la complementariedad de las competencias y la diversidad de las funciones den lugar a una participación en comunidad.

Como dice el Papa recordando a don Primo Mazzolari: «Quisiera pedirles que no me pregunten si hay pobres, quiénes son y cuántos son, porque temo que tales preguntas representen una distracción o el pretexto para apartarse de una indicación precisa de la conciencia y del corazón. […] Nunca he contado a los pobres, porque no se pueden contar: a los pobres se les abraza, no se les cuenta»

«Nuestra indiferencia los condena al olvido», como dice el lema de la Campaña 63, pero estamos a tiempo de actuar.

MATERIALES PARA DESCARGAR