Nuestra identidad se ha formado en el tiempo, los años de nuestra historia han estado habitados por mujeres que a través de su vida y su entrega a Cristo y a la Iglesia han dado un rostro a nuestra Congregación. Más que en los documentos y textos, nuestra identidad aparece de modo más evidente a través de la experiencia humana y espiritual vivida por las hermanas que nos han precedido. Nuestra Congregación tiene como referencia inicial a María Ana Mogas, nuestra Fundadora. Su experiencia y su Carisma inspiraron las primeras Constituciones. Todo carisma se convierte en riqueza si es comprendido, vivido y testimoniado. Tenemos una herencia espiritual fuerte y preciosa que nos ha sido dada y que espera ser actualizada y vivida por nuestra familia carismática.

Por eso, uno de los principales objetivos del Secretariado es

 

«Propagar nuestro Carisma y la vida de las primeras hermanas».

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