El próximo domingo 27 de octubre se celebra el Día de las Personas Sin Hogar. El mensaje de este año nos presenta los caminos que transitan las personas sin hogar y nos invita a compartir esos caminos con ellas.
También el Evangelio de ese día nos va a invitar a contemplar a un Jesús que se tropieza con una persona que está al borde del camino, que le pide compasión. Jesús no pasa de largo, sino que se para e invita a esta persona a ponerse en movimiento. Vivirá un proceso de sanación y quedará completamente restaurado.
Vivir sin hogar es una situación dramática en la vida de una persona. Y se hace aún más grave, cuando son mujeres quienes la padecen. En casi todos los casos supone enfrentar violencias, vulneraciones de derechos y obstáculos, además de cargar con el dolor de la incomprensión y la soledad… A veces simplemente no quedan fuerzas para tanta dureza y agresividad.
“Tengo la sensación de no importarle a nadie”.
“Me siento como una “nómada”, voy de un sitio a otro, nunca descanso”
El camino de las personas sin hogar es largo y está lleno de obstáculos que superar. Pero todo cambia cuando se les mira y se les escucha como lo que son, personas.
Desde Cáritas nos invitan a no quedarnos al margen y a informarnos acerca de esta campaña Nadie sin hogar, que en este 2024 pone en valor el caminar juntos hacia una sociedad más compasiva, empática e inclusiva. Porque somos personas, porque son personas.