A primeros del mes de diciembre, las hermanas de la Comunidad de Beira, participamos en un campamento con jóvenes organizado por nuestra diócesis, en Mutua, un lugar alejado de la ciudad de Beira. Allí residen casi 3.000 personas, que sufrieron especialmente los efectos del ciclón Idai; fueron reasentados en tiendas de campaña en aquella zona, pues hasta el día de hoy no tiene casas dignas donde vivir.

Elegimos este lugar porque son gentes con mucha necesidad de todo: alimentación, vestido, sanidad, escuela, agua, luz… Cada día tienen que recorrer 4 kilómetros para encontrar agua. No salen mucho de sus hogares por la noche pues con la lluvia se refugian muchas serpientes.

Pero sobre todo necesitan una presencia amiga, alguien que les haga sentir que no están solos en una tragedia que aún continúa. La mayoría de las familias son católicas y son asistidas por los Padres de la Sociedad de San Cayetano.

Nosotros fuimos para estar cerca, dar cariño, paliar algunas necesidades y ofrecer propuestas para poder vivir en esa situación, pues no reciben ninguna ayuda del Gobierno, aunque sí de Cáritas y algunas ONG’s.

Por las mañanas tenían charla y reflexión, con la encíclica Laudato Si y algunos documentos especialmente dirigidos a los jóvenes, como la Christus vivit, en la que el Papa Francisco los anima, a la vez que exhorta a la sociedad a sentirse responsable y solidaria con sus necesidades:

“No seamos una Iglesia que no llora frente a estos dramas de sus hijos jóvenes. Nunca nos acostumbremos, porque quien no sabe llorar no es madre. (…) Lloramos cuando recordamos a los jóvenes que ya han muerto por la miseria y la violencia, y le pedimos a la sociedad que aprenda a ser madre solidaria. Ese dolor no se va, camina con nosotros, porque la realidad no se puede esconder”. (Christus vivit 75)

Por la tarde teníamos prácticas desde lo aprendido en cada charla, una de ellas la plantación de árboles y algunos juegos y convivencia. No faltó el tiempo de oración para vivir también este momento desde la fe.

Concluimos este encuentro de cinco días con la eucaristía y celebración del envío para dar continuidad a lo aprendido y seguir enseñando a otros jóvenes, motivando a tener cuidado del medio ambiente, evangelizando… 

Antonia, fmmdp, Comunidad de Beira

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