El pasado sábado 15 de abril, nuestra Familia Carismática ha estado de celebración. El Voluntariado Misionero María Ana Mogas ha cumplido treinta años de historia. Treinta años que han estado cargados de experiencias en misión, aprendizajes, emociones, ilusión y vida.

Esta gran ocasión ha coincidido con el encuentro anual del grupo de voluntariado. Un encuentro sumamente especial, ya que, además de la celebración, también ha sido un momento de reencuentro con muchas personas y amigos. Hemos podido abrazarnos y compartir, así como rememorar juntos la trayectoria y evolución del grupo, echando la vista atrás para recordar todo lo vivido.

También hemos preparado con mimo la eucaristía, a la que estaban invitados antiguas personas voluntarias, hermanas, laicos asociados, familiares y amigos, así como el posterior momento de compartir. En la eucaristía hemos participado todos los miembros del grupo, incluidos los más pequeños, ya que en estos treinta años nuestra familia ha crecido muchísimo. Después hemos compartido una merienda-cena con todos los invitados, hemos cantado el cumpleaños feliz, soplado las velas y comido una deliciosa tarta de chocolate.

Ha sido un día de reencuentros, alegría y emoción en el que, de forma presencial o desde la distancia, se han hecho presentes muchas personas que se sienten o se han sentido vinculadas con esta gran Familia del Voluntariado Misionero.

Que esta celebración nos impulse a seguir creciendo, con la mirada puesta en lo realmente importante y en quienes más lo necesitan.

Que sigamos sembrando semillas de Paz y Bien allí donde estemos y «viviendo en clave de misión».