Renovar es redescubrir en la senda que transitas un nuevo aire, una nueva exigencia, una nueva búsqueda, la búsqueda que Dios desde su amor ha plasmado en mí, eso que me lleva más allá de lo que ya tengo. Renovar es continuar descubriendo el deseo profundo de Dios en mi vida, su sueño, su proyecto, esa felicidad que Él mismo quiere para mí. Me abro a la escucha de su palabra, a los brazos de su voluntad para seguir mirando con mi vida eso que Dios proyecta y sueña sobre mí. Con miedos e incertidumbres pero fiada de un Dios Sumo y bondadoso que desea lo mejor para mí.

Renovar mis votos el pasado 13 de enero, junto con la memoria del nacimiento de María Ana, es un impulso a continuar abriendo sendas en mi discernimiento, en mi camino, en la escucha de la voluntad de Dios.

Gracias a todos los que desde su oración mantienen en pie todas las vocaciones del mundo.