Nuestra hermana Elvia Camacho, de Venezuela, nos cuenta la experiencia vivida en la comunidad de Boa Vista

Mi experiencia en Boa Vista, Brasil

Llegué a la comunidad de Boa Vista en Brasil el día 16 de agosto de 2022, para acompañar a las hermanas en la mudanza a la nueva casa que ocurrió el día 19 de agosto. De ahí en adelante el Señor me regaló una experiencia maravillosa: conocer a una Iglesia en la que participamos sacerdotes diocesanos, religiosas, religiosos, laicas, laicos, matrimonios, catequistas en la dinámica de la Pastoral y sobre todo en la Pastoral del Migrante, ya que llegan por miles a esta frontera de Pacaraima.

Muchos venezolanos llegan buscando nuevos horizontes, mejor calidad de vida, creyendo que lo alcanzarán rápido y es ahí donde comienzan los verdaderos problemas. Se ven sobre todo mujeres con muchos niños, sin padre, personas discapacitadas, ancianos, personas con problemas psicológicos, entre otros.

A los pocos días de llegar, comencé con Clementine a colaborar con las Hermanas de la Caridad de la Madre Teresa de Calcuta, ayudando en el reparto del desayuno para las mujeres, niños y niñas. Algunas veces se atendió a más de 300 personas. Realmente ha sido impresionante palpar la realidad que vive tanta gente.

Experiencia de Dios con el grupo de AMAM

No puedo dejar de mencionar la experiencia de Dios que se va gestando, con el grupo que se está formando para pertenecer a AMAM. Han marcado un lugar especial de compromiso y misión. Así mismo, la participación que tuve en las eucaristías en los distintos sectores o áreas y la buena relación que hay con los padres Jesuitas, los padres Misioneros de la Consolata, Padres diocesanos… De manera especial en el encuentro de misioneras y misioneros de Sinodalidad y fronteras, indígenas, migrantes y refugiados. ¡Cuánta riqueza!

Quiero resaltar que el compartir la vida fraterna con las hermanas, ha sido de verdadera caridad. Desde el 15 de septiembre está viviendo con nosotras Jaciara, una joven vocacionada de las Franciscanas Bernarditas. Estará en la comunidad hasta el mes de diciembre; comparte con las hermanas la oración y vida fraterna sin distinciones.

También acogimos en nuestra comunidad a la señora Luz, indígena pemona, que vive en San Antonio, en la frontera entre Brasil y Venezuela. Ella llegó a nuestra comunidad porque no tenía donde quedarse y necesita acompañamiento médico. Realmente participó y apoyó en los quehaceres de la casa.

Por otra parte, en la última semana de septiembre, acogimos a Elías Daniel López, hermano de nuestra hermana Elvira, que estuvo aquí 15 días arreglando sus documentos para viajar a Curitiba, capital del estado de Paraná, región sur de Brasil. Él nos expresó su agradecimiento al salir para su nuevo destino. Que Dios le acompañe en sus luchas.

Agradecimiento por todo lo vivido y compartido

Estos dos meses reconozco que ha sido de mucha riqueza compartir la vida y la misión de las hermanas, Sofía y Clementine. Ellas me acogieron como si estuviera destinada aquí, con el encuentro, de manera especial en la oración de las mañanas. El compartir los gozos y las penas o preocupaciones que cada día trae, pero contamos con la oración de unas para otras.

Gracias, Señor, por tanto don, por las maravillas que haces en cada una, por haberme dado la oportunidad de vivir estos dos meses intensos que han sido para mi renovación y conocimiento de otra realidad que desconocía. Gracias otra vez, Señor.

Ser itinerante conlleva salir, desinstalarse, salir del confort, para hacer tuyo lo que otras y otros viven y sienten. Perdonen también mis fragilidades y olvidos… Cómo te llamas…

Gracias. Obrigada por tudo.

Hna. Elvia Camacho García

Galería de FOTOS