18 de diciembre, día de alegría y de júbilo en Benín. Hermanas, familias, laicos y fieles todos juntos hemos celebrado, con nuestras hermanas Angèle y Françoise y Virginie y Caroline, los votos perpetuos y los 25 años de profesión respectivamente.

Estos dos acontecimientos han sido celebrados en la parroquia Santa Trinidad de Hlazounto, en una misa solemne celebrada por el Obispo de Cotonou, don Roger Houngbedji.

Las hermanas expresaron así su alegría:

Angèle: «Si conocieras el don de Dios….»

«¿Como pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho?» (sal 116,12)

Mi llamada a la vida consagrada y mi consagración es una bendicion de Dios. Él me llamó y sigue sursurrando sus silbos amorosos en mi vida cotidiana. Sentirme llamada es lo más grande que me ha pasado en mi vida y a Dios se lo debo todo.

En la grandeza de esta llamada recibida reconozco mi pequeñez y solo puedo responder con agradecimiento. Lo acojo con libertad y dejo que ese proyecto se realice en mi existencia.

Su camino supera mi fuerza. Pero sé que quien llama da los medios para poder responder. Lo experimento diariamente. Él me ha conducido por caminos del amor para despojarse conmigo, en una alianza de amor y de fidelidad, de comunión y de misión para su gloria.

Mi alegría es grande sabiendo que el Señor cuenta conmigo. Por eso me consagro a Él  para vivir día a día el amor de Dios unida a Cristo.

Que María Madre del Divino Pastor me ayude a mantener siempre vivo ese amor de esposa de su hijo, mi deseo de ser testigo de la ternura de Dios para con todos los hombres. Amen

Françoise: «¡Aleluia ! Alabado sea al Señor! Doy gracias al Señor, porque él es bueno su gran amor perdura para siempre». (Sal 106, 1)

Gracias Señor por el don la vocación. Gracias por tantas maravillas que has hecho en mi vida.

Mi corazón está lleno de alegría por tú amor infinito durante este proceso vocacional hasta este día de mi sí definitivo. Durante todo este tiempo has estado cerca de mí, tanto en mis alegría como en mis tristezas. Nunca fallaste a tu deber de Padre.

Cuando me encuentro desanimada  tú haces lo posible para animarme, a través de mis hermanas del Instituto que me acompañaron en este proceso. Su cercanía, escucha, amabilidad y sus consejos me ayudaron a seguir este camino  hasta este día de mi sí definitivo a ti. Así mí alabanza se dirige a ti, mi Dios, sin cesar con gozo.

Que tu gracia me ayude a ser fiel a este compromiso hasta el fin de mis días.

Virginie: «Mi alma exalta al Señor, mi espíritu se alegra en Dios, mi salvador».

Sí, me inunda la alegría, porque el Señor ha hecho maravillas conmigo al poner su mirada amorosa, tierna y misericordiosa sobre mí. Santo es su nombre.

Le agradezco por su fidelidad, Él siempre es fiel en su plan de amor hacia mí.

Gracias por estos 25 años de seguimiento. A ti sea la gloria por siempre. Continúa, Señor, caminando conmigo ahora y por siempre.

Caroline: «Bendito sea el Señor, Él es bueno, su amor es eterno».

Doy gracias al Señor por la mirada de amor, de ternura y de misericordia que ha puesto en mí. Ah, ¡qué rápido pasa el tiempo! Que el nombre del Señor sea alabado por el don gratuito de esta llamada. Hablar hoy de 25 años es decir mi agradecimiento, es dar testimonio de la bendición de Dios, de su amor por mí y de su fidelidad en mi vida. Qué alegría, qué maravilla ha hecho el Señor por mí, mi alma exalta su nombre. Gracias, gracias Señor.

Demos gracias al Señor por el sí generoso de nuestras hermanas y su fidelidad con ellas.

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