Las FMMDP llevan año y medio en Boa Vista, acompañando a los indígenas amazónicos y a los refugiados venezolanos.
La pontevedresa Sofía Quintáns Bouzada pertenece a la congregación de Franciscanas Misioneras de la Madre del Divino Pastor, que abrió una nueva presencia en febrero de 2019 y con ella misma en el grupo, en Boa Vista. Se trata de un enclave fronterizo en Brasil, marcado por la presencia de comunidades amazónicas y por más de 100.000 inmigrantes y refugiados venezolanos. Muchos de ellos viven en los trece campamentos para refugiados existentes, en ocupaciones o en la calle.
Según nos cuenta, “hasta el estallido de la pandemia, llegaban entre 600 y 800 hermanos venezolanos al día, lo que conseguían tras atravesar la gran sabana de su país, dentro del territorio amazónico. Ahora mismo, por la crisis sanitaria, la frontera está cerrada… Pero siguen llegando igual, buscándose otras rutas alternativas y clandestinas. Una acción en la que ganan dinero la policía venezolana y otra gente que extorsiona”.