Formación en interculturalidad

En el principio era la diversidad…
Dios vio que la diversidad era muy buena
Y al séptimo día… Dios bendice la diversidad…
(cf. Génesis, 1)

Los días 5 y 6 de mayo, nos hemos reunido en Madrid (Casa Madre), 53 hermanas de distintas comunidades de la península para participar en un encuentro de Formación Permanente sobre una de las prioridades capitulares: la interculturalidad, desafío de nuestro tiempo e invitación a la apertura a nuestro mundo y a la “aproximación” fraterna, uno de los éxodos, de las itinerancias a los que estamos llamadas.

Ha orientado el encuentro Diana de Vallescar, profesora en la Universidad Portucalense de Braga (Portugal), reconocida autoridad en el tema. Con sabiduría, dinamismo y creatividad pedagógica ha ido acompañado y conducido los distintos momentos de nuestras jornadas ayudándonos en la sensibilización, aprendizaje y clarificación de conceptos, así como motivando la ineludible necesidad de optar por la interculturalidad, a la que no se accede de forma natural ni espontánea…

¿Qué cosas nos han llegado más? Algunas hermanas nos comparten:

• La interculturalidad es una opción de vida.

• Necesitamos atrevernos con la diferencia.

• Renovar y actualizar nuestra espiritualidad pasa por ser especialistas en la interculturalidad. Francisco hermana la diversidad de todos los seres.

• La prueba de la fe es si puedo hacer espacio para la diferencia. ¿Puedo reconocer la imagen de Dios en alguien que no está en mí imagen, cuyo lenguaje, fe, ideales son diferentes a los demás? Si no puedo, entonces he hecho a Dios a mi imagen, en lugar de permitirle que me “rehaga” en la suya.

• Cada cultura tiene un acceso privilegiado a Dios, al Misterio. Todas las personas, sin excepción, hemos sido creadas a imagen de Él. Aprender a mirar con los ojos de Dios.

• La interculturalidad es una opción continua e inacabada.

• Estamos llamadas a formar comunidades interculturales (franciscanas)

• Encontrarse con personas culturalmente distintas a mí supone esfuerzo y voluntad para el encuentro y la comunicación. Exige la preocupación de crear condiciones adecuadas y cultivar ciertas competencias culturales.

• La diversidad sólo enriquece cuando percibimos que es una oportunidad para aprender y crecer, cuando la asumimos como una oportunidad para establecer un encuentro constructivo entre historias, capacidades, culturas, pensamientos, orígenes, estilos de aprendizaje, etc., cuando adoptamos otras actitudes, modelos de relación, conocimiento, convivencia.

¡Gracias a todas por lo compartido y por lo aprendido juntas!

ORACIÓN POR LA DIVERSIDAD

¡Oh, Dios!
Has creado a todas las personas a tu imagen.
Te agradecemos por la asombrosa variedad de razas y culturas en este mundo.
Enriquece nuestras vidas con círculos de amistad cada vez más amplios,
y muéstranos tu presencia en aquellas personas que difieren más de nosotros,
hasta que nuestro conocimiento de tu amor se perfeccione en nuestro amor por todos ellas.
Por tu Hijo, Jesucristo nuestro Señor, Amén.

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