Los días 23 y 24 de Febrero hemos vivido en la Casa Madre un Encuentro con los grupos de formación, Asesoras y varios voluntarios Asociados de la Asociación María Ana Mogas, con el lema “Caminando en Familia Carismática” desde nuestra IDENTIDAD.

Con este encuentro el Equipo Provincial hemos cumplido nuestro sueño. Como todas las cosas son obra de Dios, creemos que ha sido un encuentro a tiempo y en su tiempo, ¡Gracias Señor!

Iniciamos la jornada con una profunda oración calando y abriendo nuestro corazón. Pasando a una dinámica preparada y guiada por Gema en la que quedamos todos enlazados y unidos por un mismo Espíritu de Amor Fraterno.

La Madre Rosario, como M. General de todos, nos dirigió la palabra iluminando lo que somos como Familia Carismática, aclarando conceptos y nuestras dudas. También estuvo presente la Madre Provincial, Inmaculada García, y nos compartía su forma de entender nuestra pertenencia a esta Familia.

Presentando la exposición de los temas Marifé Ramos (Laica) y Guadalupe Labrador, hermana fmmdp.
Fueron palabras que el Espíritu con su fuerza y sabiduría soplo en ellas y las expresaron con un inmenso amor y cariño, que llegaron al corazón de todos los allí reunidos, lo que hizo que una gran mayoría de hermanos se abrieran haciendo preguntas muy interesantes, igualmente se expresaron testimonios de los hermanos asociados. Quedando muy claro la responsabilidad del laico Asociado, la alegría y la fuerza de la asociación, ya que la congregación nos abre las puertas para que con nuestro carisma franciscano seamos una misma familia.

El ambiente del tema, las oraciones y la Eucaristía fue de una profunda emoción, brillaba en el rostro de cada uno la luz del Espíritu Santo y en el corazón el amor de un Dios vivo, un Dios Resucitado.

Puso broche de oro la visita de despedida en la Capilla de los restos de la Madre Fundadora. La foto en familia ante la Madre del Divino Pastor. Con unos minutos de reflexión presentamos a María todos los hermanos que por algún motivo no estaban allí presentes, y agradecimiento de todo lo que habíamos vivido en este maravilloso encuentro.

La Madre Inmaculada nos dio la bendición y la Animadora Ana María nos perfumo con el aroma de la fuerza, alegría y esperanza para nuestra misión.

Fueron momentos vividos que no se pueden expresar con palabras. Gracias Señor por este regalo tan hermoso que nos hace crecer en espíritu y fraternidad, solo podemos decirte:
Cuenta con nosotros que somos obra de tus manos.

Aquí estamos Señor! Para hacer tu voluntad.

ECOS DEL ENCUENTRO

¿Cómo resumir dos días así de intensos?

Como una llamada de atención. A tomar conciencia de que somos llamados y enviados, en comunión como una gran familia, con nuestras realidades, limitaciones, dificultades. Y dones, porque toda esta realidad de la iglesia viene del Espíritu.

Una llamada a trabajar en nosotros mismos. A hacer un trabajo profundo y sincero, que nos fortalecerá y nos hará más sincero y sentido el encuentro con la demás familia y con los demás. En nuestro ser iglesia y en el anuncio de la buena noticia.

Nos han dado pautas para el día a día. Para un crecimiento integral; física, laboral, emocional y espiritualmente. Como el obrero que prepara la tierra, abona, despedrega, esparce las semillas dadas y cuida el crecimiento.

Nos ha ayudado a reflexionar que esas limitaciones-excusas que nos montamos a veces, se pueden y se deben trabajar. Ponerlas en manos del Señor (de rodillas, Marifé) cuando nos paralizan y continuar más libres…

Una llamada al conocimiento de la familia carismática, una llamada a que es tiempo de caminar todos unidos. Y por encima de todo dejar que el mismo Espíritu tome nuestra vida.

También un recordatorio de que Dios nos dio regalos y que como tales no son nuestros, que estamos llamados a dar gratis lo que gratis recibimos. Que al igual que en nuestra vida nos puso el Señor a personas que fueron inspiración y nos ayudaron a caminar. De maneras que recordamos desde el corazón. También nosotros estamos llamados a ser, por el Espíritu, lámparas para otros. Que por el bautismo estamos llamados y ungidos para participar en el «triple oficio» de Cristo; sacerdote, profeta y rey.

«No tengas miedo de apuntar más alto, de dejarte amar y liberar por Dios»

Un hermano de La Carlota

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