Imanol Uribe presentó en el Festival de Málaga “Llegaron de noche”. La cinta adapta el asesinato de los Mártires de la UCA, el 16 de noviembre de 1989, durante la guerra civil salvadoreña. Ignacio Ellacuría fue asesinado junto a otros cinco jesuitas y a dos empleadas, en la Universidad de San Salvador.
El título de la película alude a una corazonada del propio Ignacio Ellacuría: “Si me matan de día sabrán que ha sido la guerrilla, pero si llegan de noche serán los militares los que me maten”.
Imanol Uribe, director de la película, ha contado con el testimonio de Lucía Barrera de Cerna, única testigo sobreviviente a la masacre y que tuvo que huir del país. El papel del jesuita Ignacio Ellacuría corresponde a Karra Elejalde, acompañado de Juana Acosta, como Lucía, Juan Carlos Martínez y Carmelo Gómez.
“Mi nacimiento en El Salvador, mi educación con los jesuitas y la admiración que sentía por Ellacuría y su grupo, están en el origen de esta película”, afirmó Uribe en la presentación. «Creo que esta película tiene, por lo menos, la función de traer al presente lo que ocurrió y rememorarlo«, ha dicho el director vasco en una rueda de prensa en Málaga.
El tráiler de la película muestra el calvario que tuvo que pasar Lucía para dar su testimonio y echar abajo la acusación de la masacre a la guerrilla, por parte del Gobierno salvadoreño. Su vida y la de su familia cambiarían para siempre. Su testimonio sentó las bases para buscar a los culpables.
En 2020, treinta y un años después, la Audiencia Nacional de Madrid condenó a 133 años de cárcel al ex coronel Inocente Orlando Montano Morales, como uno de los implicados en el asesinato cometido por las Fuerzas Armadas salvadoreñas.
El guion de la película cuenta con la aprobación de la Compañía de Jesús. Para los compañeros de los asesinados, lo importante de “Llegaron de noche” es que “nos invita a no caer en el olvido de lo que ocurrió en 1989 y de lo que ha estado ocurriendo en muchos lugares de Latinoamérica y Centroamérica”. Es un largometraje que les toca de cerca. Una oportunidad de seguir sensibilizando sobre el trabajo por la justicia y los Derechos Humanos, la realidad de los desplazamientos forzosos, y la construcción de una cultura de paz en El Salvador.