Desde la perspectiva del peregrino que llega gozoso a Santiago de Compostela, así nos sentimos nosotras en esta última etapa de Preparación para los Votos Perpetuos 2020.

Culminar este tiempo significativo de Preparación donde la gracia de Dios, el encuentro con nosotras mismas y en la fraternidad que formamos, es ocasión para manifestaros nuestra alegría y gratitud por sentirnos acompañadas con su oración, recuerdo, muestras de cariño, mensajes… los que nos sostuvieron en este curso y más en la difícil realidad del Covid-19.

El curso ha supuesto por parte de nosotras un tiempo de parar, de escucharse, de querer tomar la vida en serio, de releer la propia historia en clave de historia de salvación, de apertura y comunión en un ambiente intercultural, de ser flexibles, pacientes, constantes, comprensibles y capaces de adaptarse a las situaciones adversas, de volver a las fuentes carismáticas y sobre todo reanudar las razones que dan sentido en nuestro seguimiento a Jesús.

Valoramos la experiencia vivida durante estos meses de preparación y agradecemos a nuestro Instituto de Franciscanas Misioneras de la Madre del Divino Pastor por haber favorecido el encuentro y por poner todos los medios a nuestra disposición para el crecimiento y enriquecimiento de nuestra vida como consagradas, a la Madre General, Rosario Sánchez por haber tenido con nosotras un tiempo de encuentro, donde nos invitó a “Mirar el pasado con gratitud, el presente con pasión y el futuro con esperanza”, a las hermanas del Equipo General de Administración, Sagrario de la Vega y María Inés Vásquez por mostrarnos que la administración ha de estar al servicio de la vida y la misión.

Expresamos nuestra gratitud al equipo que nos acompañó por su disponibilidad, apertura, cercanía, confianza, escucha y por hacernos sentir que todas somos hermanas. Dirigimos un GRACIAS, con mayúscula, a la Comunidad de Santiago de Compostela que nos acogió con mucho amor y nos hizo sentir en casa, además, nos brindó un espacio tranquilo, silencioso y acogedor que favoreció la realización del curso.

Un abrazo fraterno, hermanas del PPP 2020

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