A punto ya de concluir su formación, las hermanas participantes en el PPP en Benín nos hacen llegar una de sus últimas comunicaciones

Ser religiosa es una gracia, una riqueza. Para mejor beneficiar y ser el signo visible de los valores del Reino, tenemos que  afrontar unánimemente los desafíos, trabajar juntas, aportar nuestras disponibilidades a la construcción como lo simboliza la jarra agujereada, símbolo de solidaridad en nuestro  contexto africano. Los huecos deben ser cubiertos, por eso la solidaridad y la responsabilidad de cada miembro está en juego. El cambio es personal y comunitario.

Entre tantos desafíos con que nos enfrentamos en nuestra vivencia cotidiana, se encuentra la buena administración y la  buena contabilidad que sin darnos cuenta entra en todo lo que hacemos y además nos ayuda a vivir mejor el voto de pobreza y armonizar nuestra vida fraterna.

Estos días de formación realizada con nuestra hermana Sagrario Alarza, nos ayudaron no sólo a tener un conocimiento breve sobre la administración, la contabilidad y todo lo que conlleva… También a adentrarnos en el presupuesto antropológico del voto de la pobreza, el instinto de posesión, las razones de la búsqueda de tener, los criterios de integración de las necesidades. María Ana pobre y algunas dimensiones de la pobreza.

Para mejor vivir y colaborar en nuestras comunidades es necesario tener un mínimo de información sobre estos términos que están presentes en nuestras vivencias. No tenemos palabras para expresar nuestro reconocimiento para esta formación.

Gracias a la Congregación que sigue dándonos cada día lo mejor en nuestro caminar.

Gracias a la hermana Sagrario  por su disponibilidad y gracias a todas las hermanas que nos acompañan de cerca con cada detalle y a todas por sus oraciones.

Las hermanas del PPP 2024

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